sábado, 23 de julio de 2011

Otras Ferias para Recordar

La feria es como una manola airosa y esquiva. Aparece con la primera corrida de toros, y con la última se va. Y es inútil que la gente – insaciable- pretenda detenerla, luche desesperadamente por detenerla. Se va con el último torero, cogida de un brazo como amante, dejando a su paso un perfume de melancolía. Porque es la alegría que huye, y el silencio que tiende de nuevo, blandamente, sus alas sobre la ciudad, que vuelve a su vida de siempre.
Y parece que lloran una elegía las notas, que antes fueron alegres, del último organillo...

“La Voz” 19-IX-1925  de
“Cuaderno Sentimental. Estampas de Albacete” por José S. Serna